Aportes al análisis del discurso social y al pensamiento histórico
PALACIOS
TAMAYO, CHRISTIAN
Universitat
Autònoma de Barcelona
tdcunet@hotmail.com
El presente documento pretende hacer explícitos los principales
argumentos de los que se nutre el Trabajo de Fin de Master denominado: Análisis del discurso y pensamiento
histórico en las autobiografías de los estudiantes ecuatorianos migrantes en
Cataluña; de las reflexiones de la investigación educativa, enfocadas desde
una mirada del feminismo Posestructuralista.
Para extraer estos argumentos hemos analizado con detenimiento los
siguientes textos: “Localizaciones
foucaultianas en la investigación de las pedagogías posestructuralistas
crítico-feministas” de Montserrat Rifà Valls; y, “El posmodernismo y las
políticas de ilustración” de Patti Lather. Siendo así, en primer lugar
expondremos los conceptos clave del Trabajo de Fin de Master; es decir,
discurso social y pensamiento histórico.
Posteriormente expondremos los planteamientos teóricos recogidos de la
Investigación en educación desde la mirada del feminismo posestructuralista, en
base a lo encontrado en los artículos antes mencionados. Finalmente evidenciaremos
los puntos de encuentro entre estos dos planteamientos, que beben a fin de
cuentas de vertientes similares.
Para entender los aportes de la Investigación Educativa desde la
perspectiva posestructuralista al T.F.M. en mención, es importante enunciar
brevemente las ideas principales de dicho Trabajo. Solo ahí entenderemos los puntos de encuentro
y de cuestión. De esta manera, nos
posicionamos teóricamente desde el Discurso Social y la elaboración de Marc
Angenot, para quien: “Hablar de discurso
social es abordar los discursos como hechos sociales y, a partir de allí, como
hechos históricos. También es ver en
aquello que se escribe y se dice en una sociedad, hechos que funcionan
independientemente de los usos que cada individuo les atribuye…”. (Angenot, 2010, p. 23) Desde allí, el Análisis del Discurso Social
pretende identificar elementos discursivamente hegemónicos, comprendiendo
hegemonía como: “…un conjunto de
mecanismos unificadores y reguladores que aseguran a la vez la división del
trabajo discursivo y un grado de homogeneización de retóricas, tópicas y doxas
transdiscursivas.” (Angenot, 2010,
p. 31)
Lo central de estos mecanismos de hegemonía es que imponen
aceptabilidad sobre lo que se dice y el cómo se dice, además se estratifican en
grados y formas de legitimidad, determinan maneras aceptables de narraciones y
de argumentaciones; pero incluso, aparecen como sistemas que se regulan por sí
mismos, sin que haya detrás de ellos “un
director de orquesta”. (Angenot, 2010)
Otro concepto central del T.F.M. es el pensamiento Histórico, el
mismo que para Seixas y Morton (2013), puede definirse como el proceso creativo
que realizan los historiadores para interpretar las fuentes del pasado y
generar las narrativas históricas. En
tanto que para los didactas de las Ciencias Sociales este concepto no es
prerrogativa de los historiadores, sino un conjunto de habilidades que permiten a las personas
comprender el pasado y con ello, dar sentido al presente. (Henríquez, 2009) El grupo GREDICS (Grupo de Recerca En
Didáctica de las Ciencias Sociales) aporta con un
modelo de investigación para el Pensamiento Histórico, el mismo que pretende
comprender cómo se aprende a pensar históricamente. El mencionado modelo se basa en los cuatro
aspectos fundamentales de la formación del pensamiento histórico: “a) La
conciencia histórico-temporal; b) La representación de la historia a través
de la narración y de la explicación histórica; c) La empatía histórica y
las competencias para contextualizar; d) La interpretación de la historia a
partir de las fuentes.” (Santisteban, González & Pagés, 2010)
Ahora
bien, enumeramos a continuación los planteamientos teóricos del feminismo
posestructuralista que hemos extraído de los dos artículos mencionados: 1) Comprensión del posmodernismo como
situación histórica que debe ser afrontada, mas no como algo que anticipadamente debe ser: deplorado o
celebrado. 2) Descentramiento del sujeto
y contribución a problematizarlo como herramienta poderosa mediante la cual
desnaturalizarnos e involucrarnos en el cambio social 3) Cuestionamiento al
sujeto moderno que se auto-determina en lo político, en lo legal, en lo social
y en lo estético.
Comprender
al posmodernismo como situación histórica a ser afrontada y no como algo que
anticipadamente debe ser deplorado o celebrado implica comprenderlo como un
concepto mediador y como una oportunidad, pues podemos aprovechar su nueva
lógica cultural que cuestiona las grandes narrativas legitimadoras de las
teorías fundamentales, y con ellas, las jerarquías y las estructuras
hegemónicas de injusticia. (Lather, 1992)
Nos referimos además a que, el posmodernismo pone en evidencia todo lo que
no sea teoría local, contingente, y la insistencia de un yo fragmentado y
descentrado. (Lather, 1992, p. 14) Por
lo tanto, se presenta como una postura que tiende inevitablemente al
relativismo, pero entendido éste como una posibilidad intelectual y no como un
problema. Para Hartsock, en Lather (1992), el relativismo es visto como un
problema únicamente por los grupos dominantes, en el momento en el que éstos
ven amenazados sus puntos de vista hegemónicos, aquellos que les ubican en un
sitio privilegiado con respecto a los demás sujetos.
El
objetivo primordial del feminismo posestructuralista lo hace evidente Teresa de
Lauretis, cuando plantea la rearticulación del sujeto desde su nueva concepción
organizada en torno a variables de diferencia y de movilidad. (Rifà, 2005) Promueve una visión desde los márgenes
políticos, epistemológicos y personales basada en la desidentificación y la
desnaturalización, capaces de permitirnos un desplazamiento hacia lugares
desconocidos en donde podamos construirnos como sujetos excéntricos. Los términos sujeto y subjetividad, de cuño
posestructuralista se enfrentan radicalmente
contra las concepciones esencialistas y humanistas del individuo, pues
son categorías que no son ni estables ni universales, sino que son renegociadas
constantemente en la interacción con los grupos que les otorgan significaciones
en contextos sociales e históricos específicos.
Las teorías posmodernas del lenguaje, de la subjetividad y
del poder han atacado en varios frentes al discurso de la emancipación que
pregona el sujeto moderno, en sus diferentes dimensiones sociales. Este discurso posmoderno nos hace explícito el hecho de
que no somos los autores de las maneras en que entendemos nuestras vidas, pues
estamos sometidos a regímenes de significado, y nos vemos implicados en una
autoproducción discursiva en la que intentamos producir cierta continuidad y
coherencia. (Lather, 1992)
A
manera de conclusión explicitamos los puntos de encuentro y de cuestionamiento
entre: El discurso social y el pensamiento histórico, en relación a los
aportes del feminismo posestructuralista, teniendo en evidencia la concreción
del Trabajo Final de Master denominado: Análisis del discurso y pensamiento
histórico en las autobiografías de los estudiantes ecuatorianos migrantes en
Cataluña.
El primer punto de encuentro entre el discurso social, el pensamiento histórico y las teorías feministas posestructuralistas es el relativismo, pues
se hace evidente la debilidad metodológica en el levantamiento de la
información cualitativa, la misma que se hace necesaria para obtener las
autobiografías de los estudiantes antes mencionados. Para lo cual, en la metodología de la
investigación del T.F.M. hemos recurrido a propuestas que procuran “…una particular visión de contar las
historias que median en las investigaciones y en las epistemologías que
contribuimos a legitimar…” (Rifà, 2005, p. 288) Además, con Lather creemos
necesario, desde la especificidad de este tema de investigación, analizar las
formas del discurso que son producidas e inventadas por los investigadores
(Rifà, 2005)
El siguiente punto de encuentro converge en cuestionarnos sobre el
tipo de investigador que somos, queremos y podemos ser. Dos respuestas podemos ofrecer a estas
preguntas, y precisamente desde una perspectiva foucaultiana. La primera tiene que ver con la ocupación/producción de posicionalidades
subjetivas específicas en nuestros tránsitos, dentro de los contextos
culturales específicos, desde donde se relacionan identidad y diferencia.
(Rifà, 2005) En mi caso, desde mi
realidad de estudiante en la Universidad, y también desde mi condición de
migrante en Cataluña. Así mismo está
relacionado desde la reconceptualización del papel de investigador y estudiante
hacia un intelectual específico, que
en la visión foucaultiana se contrapone a la del intelectual universal. (Rifà, 2005, p. 284) De ahí que el presente T.F.M. aborda un sector
bastante específico, con la intención de adquirir una conciencia más inmediata
y concreta de las luchas, en este caso de los jóvenes migrantes de mi país en
Cataluña.
El
tercer punto de encuentro se concreta en el análisis del discurso de las
narraciones autobiográficas, pues si bien es cierto que no podemos estar
ubicados fuera del poder, dado que las relaciones de poder son intrínsecas a
todas las prácticas sociales, es importante destacar la capacidad de agencia de
los sujetos, es decir, de intervenir en el erosionado terreno posmoderno. De esta forma también intento “escribir bajo
borradura”, o “escribir en posmoderno”; es decir, usar y cuestionar un discurso
para retar a las ideas deconstructivas a interrumpir las relaciones hegemónicas
y las nociones recibidas de lo que debe ser y de para qué sirve nuestra
labor. Es precisamente ahora, cuando las
palabras de Angenot (2010) en su
análisis del discurso social cobran sentido, pues manifiesta que el
investigador, al analizar la hegemonía no rompe completamente con ella, pero al
menos se resiste a ella, comprendiéndola junto a sus estrategias de
acción. Por otra parte, procuramos en el
T.F.M., en otro intento de resistencia, hacer explícitos los relatos
autobiográficos de aquellos que no son los protagonistas del discurso histórico
oficial y hegemónico, con la intención de analizar no únicamente lo dicho, sino
incluso lo no dicho. (Angenot, 2010)
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