miércoles, 9 de marzo de 2011

Miércoles de Ceniza


EXÉGESIS DEL ANTIGUO TESTAMENTO - PROFETAS
                                                                                


                Queridas Hermanas y Hermanos:
                En este día estamos conmemorando el miércoles de Ceniza, que da inicio a la cuaresma, un tiempo litúrgico muy importante, que nos prepara para el Triduo Pascual.  Pero bien, para explicar todo esto tomaremos el libro del profeta Joel en (2, 1-17), pues además de ser la lectura correspondiente para el día de hoy, ilumina muy bien el camino que vamos a seguir en estos “casi” cuarenta días.
                Quisiera iniciar comentándoles una anécdota que me sucedió hace un año en Costa Rica, el miércoles de ceniza anterior:  Salíamos algunos cristianos caminando por la calle, con nuestra cruz en la frente.  Creíamos que para todos estaba clarísimo el significado de este símbolo.  Pero luego de unas cuadras me di cuenta que no, que ni siquiera para mí, que era novicio, y que estudiaba teología, el símbolo era tan claro.  En el trayecto un joven me preguntó: “Mae[1], ¿ahora qué reclaman?”.  A lo que yo contesté confuso: “¿qué reclamamos?, no entiendo”. Me dijo: “sí mae, esa cruz en la frente, ¿contra qué protesta?”  Y luego de pensar con detenimiento, respondí: “Mirá, lo que nosotros reclamamos el día de hoy es amor, “cambio de paradigma”, justicia, paz.  Pero no sólo es un reclamo, este símbolo en la frente intenta ser también testimonio.”  De qué, dijo él:  “Testimonio de que lo que exigimos es posible,  pues nosotros queremos mostrarle al mundo, con nuestra vida, que está en nuestras manos el cambio, -ya que la presencia de Dios y la llegada de su día son inminentes-.”[2]
                En fin, volviendo a Joel, podemos darnos cuenta que el profeta  anuncia la inminente venida del “día YHVH”.  Lo hace a través de un lenguaje que podría llevarnos a pensar que, el Señor vendrá “un día”.  Y que además, ese día será terrible.  Pero realmente ese no es el mensaje de la Palabra de Dios, para nosotros, el día de hoy.  Es totalmente otro, no intenta que tengamos miedo, ni que lo miremos como a alguien terrible[3].  Busca más bien que esperemos ese día con ansia-esperanza, y no con ansia-angustia, pues a pesar de que nadie puede “soportar el juicio”[4] por sí mismo, su Amor y su misericordia nos  han justificado.
                Joel, hoy para nosotros, muestra que la acción de Dios, nos es, o por lo menos, no debería ser mediocre.  Pues utiliza términos realmente enérgicos y fuertes, -extremistas- llenos de pasión, que nos permiten escuchar con esperanza histórica, la palabra efecaz de Dios.  Vgr:  “se despliega un pueblo innumerable y poderoso”[5], “¡no deja escapatoria!”[6], “su estrépito…”[7], “como el crepitar de la llama de fuego que consume la hojarasca, ¡como un ejército podereso en orden de batalla!”[8], “Corren… valientes… escalan las murallas… cada uno avanza en su puesto…”[9], “arremeten…”[10], “… porque es grande el día de YHVH… ”[11]  Son términos apasionados que responden históricamente a la necesidad de aquel pueblo en un contexto indudablemente violento.  Por lo tanto, nosotros hoy estamos invitados a vivir llenos de coraje y amor, en nuestro contexto histórico, la presencia de Dios, y su inminente venida, a ejemplo de las primeras comunidades cristianas.[12]
                Rescatemos también como valiosas las siguientes palabras de Joel: “Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos, volved a YHVH vuestro Dios… ” [13] Ya que aquí se nos invita, como Jesús lo hace en los Evangelios, a sacrificarnos en “Espíritu y en Verdad”.  Es decir, a ir más allá de las expresiones externas, que ciertamente son valiosas, pero que no tienen sentido sin un verdadero fondo.  Quiero decir con esto, que las manifestaciones externas son justamente eso, expresiones de una vivencia espiritual interior.  Y no formas vacías, que por afuera aparentan ser edificantes, pero que por adentro no tienen nada, o por lo menos, nada valioso; lo único que hacen es confundir y alejar más a la gente, pues son imágenes patéticas, que contradicen completamente el icono del Dios de la Vida, y del amor en comunidad.  Es decir, el verdadero ayuno es aquel que se expresa hacia las hermanas y hermanos, y que nace de una experiencia de fe y amor a Dios en los seres humanos concretos.
                Finalmente tomemos las palabras de este profeta en el versículo 16: “… purificad a la comunidad, reunid a los ancianos, congregad a los pequeños y a los niños de pecho…  Pues nos muestra la dimensión comunitaria de nuestra fe.  Convoca a todos, “ancianos… y a los niños de pecho.”  Pues la comunidad debe “volver de todo corazón a Él”[14] Cada persona sí, pero también desde el corazón mismo de las estructuras sociales, las cuales llevarán a los niños de pecho a reproducir el sistema sostenido actualmente por los ansianos, si no hacemos algo para cambiarlo.  Por esta razón la comunidad debe reunirse para decidir democráticamente los pasos a seguir para su conversión.  Eso no es todo,comunitariamente estamos llamados a apoyarnos mutuamente, entre nosotros, porque la salvación cristiana es comunitaria, pero también estamos invitados a comunitariamente ayudar a aquellos que más nos necesitan, estén afuera o dentro de nuestra comunidad.  El día del Señor, clemente a la cólera, compasivo, rico en amor,[15] es universal, pues Él ¡No deja escapatoria![16]


[1] Mae: término costarricense para designar a un tipo o a una persona joven, hombre o mujer.  Similar al término tío o tía de los españoles.
[2] Lo que está entre guiones es un añadido posterior.
[3] 2, 11
[4] Idem.
[5] 2, 2
[6] 2, 3
[7] 2, 5
[8] Idem.
[9] 2, 7
[10] 2, 8
[11] 2, 11
[12] Estas vivieron su momento histórico escatológicamente, esperando la parusía.
[13] 2, 13
[14] 2, 12
[15] 2, 13
[16] 2, 3

4 comentarios:

  1. Daniel Niño, de Colombia, dijo...

    Muy interesante el texto en cuanto que recupera algunos elementos fundamentales para la comprensión de la fecha en mención. Especialmente porque cuestiona el sentido y la intencionalidad de la ceniza, asumida por muchos como un rito pasajero del cual se participa -muchas veces por costumbre y no por convicción- pero con el desconocimiento del trasfondo, como es común encontrarlo.

    Además me parece fundamental el énfasis en la dimensión comunitaria, porque aunque el seguimiento de Jesús es personal, el camino se construye en comunidad, la comunidad ha de ser PROLEPSIS del Reino. La individualidad no va de la mano con la perspectiva cristiana, no somos intimistas, somos personas en relación con los demás, esta relación es la que propicia la conversión, el seguimiento y, por tanto la salvación.

    Buena construcción de este espacio... pero hace falta camino...

    Att: Daniel Niño/ Magangué, Colombia

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  2. Gracias Daniel, sigamos contruyendo el camino!!

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  3. Tal vez con la anécdota hubiera bastado. Es muy significativa (te muestra bien como sos). Las entradas largas desalientan a los lectores. Al menos a los apurados como yo.

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